jueves, 25 de junio de 2015



                                         




Buscas el mar dentro
y no te dejas llevar...

Quieres escuchar 
la música de las olas
que vienen y van.

Tienes ganas de mar,
compás mágico del eco,
y te apoderas de ella.


Pobre caracola seca,
tan grande como pequeña,

sin mar y todavía suena...



Teo
24 Junio 2015

martes, 23 de junio de 2015





Porque me acuerdo tanto de ti
[léase como pregunta]
veo tus manos arreglando las plantas:
poniendo plantones nuevos,
limpiándolas;
el mismo gesto
en el baile de macetas.
Son tus manos
las que trajinan en la cocina,
las que pasan el trapo
por la encimera.

Me vienen a la mente
frases tuyas
que decías
sobre las cosas,
situaciones que ahora 
mi realidad imita.

Siento incluso
un pinchazo de tu sonrisa,
tan cara que se vendía...
Y la misma caída de ojos 
de tus últimos años.

Miro y veo lo mismo que tú
cuando aún tenías ojos,
antes de que te los arrancaras
de cuajo
y ya no vieras nada.



Teo
23 junio 2015

viernes, 19 de junio de 2015

Y ASÍ EMPEZÓ TODO...









Jueves por la tarde.
Una tarde de junio de 1986.
El día anterior ha jugado España contra Dinamarca.
Copa del Mundo.
Partido de fútbol.

Una apuesta entre compañeras
estudiando juntas
en un pequeño cuarto
de una residencia.
Granada. 
Curso común: tercero de Filología.
Exámenes finales.

Gana España
y pierdes la apuesta.
Tú no puedes hablarme 
durante 24 horas;
si lo haces, debes pagar una multa 
cada vez.

No me hablas.
Y durante todo el día 
solo me miras
y yo te miro.
Pero yo puedo hablarte,
incluso provocar que me hables.
[Yo no aposté nada]

Horas estudiando
y levantando 
la mirada
para encontrarnos.
Calladas, mirándonos.
Fijos los ojos, viéndonos 
por dentro.
Naciendo
al deseo.
Sabiendo 
que ya nunca más podríamos
mirarnos de la misma forma que lo hacíamos antes.


Tarde de ojos clavados
y respiración alterada.
Tarde de embriaguez
porque todo me decía
no puede ser...

Tarde de desconcierto, miedo, alegría
y un deseo más fuerte cada segundo
que me ahogaba
en tu mirada.

Tus ojos
clavados en los míos...

Y unas ganas tremendas de besarte.




Teo
19 junio 2015





lunes, 8 de junio de 2015






Dejas de hablarme
como si me hubiera muerto.

Puede que 
me haya convertido
en un ser inexistente
que una vez conociste,
enteramente ficticio,
sin nada más que contornos.

No te reprocharé
que no me llames,
si realmente no te sale
o simplemente no quieres
hacer el gesto.

Los días se nos acumulan
de golpe: nos atropellan los años; 
envejecemos, no muertos todavía.
Creyendo que aún tenemos 

tiempo.

Tiempo de reflexionar,
tiempo para pedir y dar perdón,
tiempo para explicarnos,
tiempo para decirme
por qué, sin venir a cuento,
dejas de hablarme
como si me hubiera muerto. 



Teo 
7 Junio 2015